El gran protagonista, el Sol

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El gran protagonista, el Sol

Energía solar, lo más relevante que debes saber 

El gran protagonista de este artículo es el Sol, y es que esta estrella se generó hace más de 4500 millones de años y junto al agua, hacen posible la vida en el planeta gracias al proceso químico de la fotosíntesis.

La energía solar producida por la luz o el calor del sol es inagotable y renovable y se obtiene por medio de paneles y espejos. La energía proveniente del sol puede ser energía solar fotovoltaica, energía solar térmica y energía solar pasiva. Estas 3 energías renovables sirven para mitigar los efectos del cambio climático

¿Qué tipo de energía solar existen? 

El sol es la central infinita de energías renovables y dependiendo de su procedencia y como es tratada existen diferentes tipos:

  • La energía solar fotovoltaica. Esta fuente de energía renovable se obtiene directamente de la radiación solar. La instalación de paneles capta la radiación mediante celdas fotovoltaicas que convierten la luz del sol directamente en electricidad mediante el efecto fotoeléctrico (consiste en que determinados materiales absorben fotones y liberan electrones). 

Estos paneles solares pueden instalarse tanto a nivel doméstico en edificios y casas, como en grandes instalaciones. Los excedentes de la energía solar fotovoltaica se pueden verter a la red de consumo y se conoce como excedente fotovoltaico. Esta energía a impulsado el autoconsumo y es la mejor manera para ser autosuficiente. 

  • La energía solar térmica y termoeléctrica. Trasforma la energía solar en energía térmica.  Esta forma de energía respetuosa con el medio ambiente, proporciona calor que posteriormente se usa como fuente de energía, tanto a nivel doméstico (calentar la vivienda, cocinar, higiene personal) como industrial (esa energía se transforma en energía mecánica y a partir de ella en energía eléctrica). 

Mediante unos espejos, aprovechan que los rayos del sol se concentran en un receptor que alcanza temperaturas de hasta 1000 grados. Este calor se utiliza para calentar un fluido que genera vapor y mueve una turbina, lo que genera electricidad. 

  • La energía solar pasiva. Se utilizan diferentes tecnologías para captar y procesar la energía del sol en la energía solar térmica y fotovoltaica y es lo que se conoce como energía solar activa. 

Pero, también podemos aprovechar esta energía de manera pasiva. Este es el método más antiguo de aprovechamiento de la radiación solar ya que no se necesita ningún mecanismo que la recoja y la trate. 

La energía solar pasiva se consigue principalmente con la arquitectura bioclimática cuyo objetivo es emplear bien las propiedades de la vivienda como la ubicación, el asilamiento o la orientación. 

En resumidas cuentas, esta energía verde está incrementando su presencia en nuestro país (casi un 30% más en el 2021 con respecto al año anterior) y son cada vez más quienes optan por la transición ecológica, no solo por el alto potencial solar de España sino por el abaratamiento de la inversión inicial potenciadas con ayudas y subvenciones de las diferentes comunidades autónomas. 

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